¿Lo mejor? ¡Cortar por lo sano!

¡FALSO! El crecimiento del pelo se produce debajo de la piel del cuero cabelludo, por lo que la frecuencia del corte no influye realmente en el proceso de caída.

No es necesario consultar el problema capilar.

¡FALSO! Es un error considerar la calvicie como un simple problema estético que no necesita la supervisión de un dermatólogo. Hay veces que la caída del cabello es el síntoma de alguna patología o enfermedad donde gracias su consulta con un profesional  descubrimos que la causa es debida a un problema más serio que se debería tratar tales como: un deficit nutricional, transtornos hormonales, anemias ferropénicas, infecciones, dermatosis,…

El quirófano, la única solución real

¡FALSO! Pasar por el quirófano no es la única solución que existe para acabar con la calvicie. Hay más opciones. El microinjerto es la única opción para cubrir zonas donde ya no hay cabellos o bien haya poca densidad capilar. Actualmente  se ha mejorado mucho esta técnica y sus resultados, así como los precios… pero hay que tener presente que siempre deberá ir seguida o unida a un tratamiento capilar de regeneración para controlar la tendencia de ir perdiendo pelo , ya que los cabellos del microinjerto normalmente no se pierden pero el resto sí… En los casos donde no realicemos un tratamiento de mantenimiento  el cabello no injertado se seguirá cayendo y con el tiempo unicamente se quedarán los del trasplante… y estos nunca serían suficientes.

Algo que debemos saber es que cuando realizamos un trasplante lo que se hace es coger cabellos de la nuca e implantarlos en las zonas a cubrir, pero de las zonas donde se extraen desaparecen, ya que lo que realmente se extrae es la raíz (unidad folicular)… por lo que no tenemos cabellos ilimitados!

No existen tratamientos realmente efectivos en el mercado para tratar la caída del cabello.

¡FALSO! Tu especialista puede recomendarte el tratamiento que te ayudarán a mejorar en solo unas semanas.  Debes  tener presente que hay muchos factores que influyen en la caída y en muchos casos (que no siempre) se pueden tratar y controlar.