Tratamientos capilares hay muchos, desde los que se pueden comprar en supermercados, peluquerías, farmacias hasta lo que se realizan en clínicas…  pero todos los tratamientos (unos más potentes que otros) tienen el mismo factor limitante: DONDE NO HAY PELO, NO VA A SALIR CABELLO, (en este caso la única  opción sería un micro-injerto). Es por ello, que recomendamos iniciar un tratamiento en las primeras fases de la caída.

El objetivo de un tratamiento capilar  es normalizar el ciclo alterado para que el cabello que se cae, vuelva a salir con el mismo grosor.

Hay muchos factores externos que inciden en la caída como son: el estrés, déficit vitamínicos por una mala alimentación, ciertos medicamentos… Este tipo de caída son las más fáciles de tratar ya que  son caídas temporales “no cicatriciales” que con un tratamiento específico se normaliza.

Hay otras caídas, en cambio que tienen un perfil  genético (alopecia androgenética) que es de lo más difícil a tratar. Dentro del perfil genético hay personas con mucha tendencia donde el objetivo es relentizar el proceso, pero al final se terminará perdiendo el cabello. En este caso, lo que actualmente se consigue es , que en lugar de perder el pelo a los 25 años, que se conserve hasta pasados los 30 o más». A esto, lo consideraremos, como UN GRAN ÉXITO DEL TRATAMIENTO CAPILAR.

Pero  hay perfiles que no tienen tanta predisposición genética y que si se tratan a tiempo, con un tratamiento de choque y mantenimiento pueden conseguir que su cabello dure de por vida.